El libro abarca varios aspectos de lo que significa la construcción táctica defensiva de un equipo, sin perder la perspectiva de la conexión con el juego de ataque y enfatizando mucho el sentido de las transiciones en fútbol. Así mismo, consta de un prólogo escrito por Chema Sanz y un capítulo escrito por Tito Ramallo, precursor de la Intensidad Táctica, aplicada a la defensa y que supone un aspecto innovador en la cuantificación del entrenamiento.